El gazpacho se sirve con las verduras que has utilizado troceadas en taquitos. Fríe un poco de pan en aceite de oliva y conseguiras unos deliciosos picatostes.

 




El gazpacho dura varios dias en la nevera. Se puede tomar a cualquier hora del día pero ojo que, a veces, repite por la noche.

 



No es raro encontrar al gazpacho en cockteles y fiestas. Los chef actuales han sabido adaptar la tradicional receta y convertilo en un entrante lleno de gusto.

 

 

Julio 2010 - EaD


¿A quién no le apetece un buen gazpacho fresquito cuando llega el calor?

 

Hablamos de uno de los platos estrella del verano. Hacerlo es muy sencillo. EaD ha optado por una receta para todas las manos cocineras: las hábiles y las torpes. Nos la ha contado Josefa, una gran señora de triana, cuna de arte y buen comer. Gazpachos hay muchos. Josefa Martínez Teba, nos cuenta el más universal, el gazpacho andaluz.

 

El gazpacho es un plato que tiene su origen en el pueblo y  su buen comer lo ha ido situando en las alturas de la gastronomía española.

Poco apreciado por la  alta cocina  en su nacimiento, el gazpacho era y es un plato económico, ligero y sabroso. Elaborado a base de verduras es un plato cargado de  muy buenas propiedes. 

El gazpacho es fuente de vitaminas, fibra vegetal y sales minerales. Ideal para una dieta equilibrada. Hidrata, ayuda a proteger la piel, es sano, nutritivo y enérgetico. Qué más podemos pedir...

Podemos pedir que sea fácil de hacer. Josefa nos recomienda que lo hagamos en un dornillo, que es un recipiente de barro. Así lo marca la tradición de los buenos "gazpacheros". Dicen que Andalucía tiene un color especial, especial es su gazpacho y en Triana saben mucho de ello.

 

1/2 kilo de tomates rojos pelados
1 pepino quitado el amargor de las puntitas.....
1 pimiento rojo
3 dientes de ajo
1 cucharada de sal
2 ó 3 dedos de aceite de oliva
1/2 vasito de vinagre
un trocito de pan.....
(si es duro, lo metes en agua un ratito)


Pasarlo todo por la batidora y probarlo para añadirle sal al gusto y agua para el espesor.
Meterlo al fresquito o ponerle hielos.

 
La palabra gazpacho, en uso coloquial, es sinónimo de mezcolanza, confusión, batiborrillo, revoltijo.  Etimológicamente, es quizá un derivado mozárabe del prerromano "caspa" (caspacho), residuo, fragmento, por alusión a los pedazos de pan y verdura que entran en el gazpacho.

Hay fuentes que apuntan a que el gazpacho andaluz que conocemos es una variante del hoy denominado gazpacho blanco pero con ingredientes provenientes de las Américas. 

El “gazpacho blanco” viene recogido en recetas árabes con unos dientes de ajo, almendras, migas de pan, vinagre, clara de huevo, habas secas, aceite, sal y agua. Ya en tierras andaluzas estas formulas árabes se moldearon, teniendo como base pan duro mojado en agua, aceite de oliva, ajo, pepino, vinagre y sal.

  
 
Con Cristobal Colón en el siglo XVI llegó a la Península Ibérica el tomate y, aunque en principio se consideró una planta ornamental, la extensión de su cultivo llevó a su propio consumo en una época en la que el hambre era hambre como ocurre hoy en muchos lugares de Etiopia.
 
El pueblo llano adaptó el tomate a sus recetas de gazpacho al igual que hizo con el pimiento, que también vino de las Américas, hasta conseguir ese plato fresco, que enriquece el paladar y que hoy llamamos gazpacho andaluz.
 


 
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