Necesitas...
Sal marina
Elige una esencia
Escoge un colorante
100 gramos de sales...

Coloca la sal en un recipiente.
Añade 1 o 2 gotas de colorante.
Mezcla concienzudamente para que todas las sales tomen el tono deseado.
Añade 3 o 4 gotas de esencia, mezcla y deja reposar.

Ya tienes tus sales arómaticas, envásalas en recipientes limpios y secos. Puedes guardarlas en un tarro de cristal, en bolsitas de tul cerradas con una cinta, en papel de celofán...

Abril 2010 - Irene Ripoll

La vida cotidiana, llena de trabajo y obligaciones, nos deja más bien poco tiempo para las devociones. Luego llegan las vacaciones y a uno parece que no se le desconecta el chip. No hace falta gran cosa para poder disfrutar del tiempo libre, sólo basta con dedicarnos a esos pequeños menesteres para los que nunca encontramos momento. Date tu tiempo para elegir cuidadosamente, seguro que se te ocurre algo. Mientras tanto, EaD te da una idea.

 
El placer de un baño
 
Reserva una tarde para tí. Aíslate del mundo por unas horas. Lo importante es que nadie te interrumpa. Avisa que no vas a estar disponible y desconecta móvil y ordenador.

Preparar un baño de lo más relajante lleva su tiempo. Ponle banda sonora al momento y  veras como la cosa empezará a ir mucho mejor. Elige una  música tranquila y deja que te envuelva.

Ha llegado la hora de acondicionar el baño. Coloca cuantas velas puedas, enciende una barra de incienso, la de musk, no estaría nada mal, y empieza a llenar la bañera. Recuerda, el agua tiene que estar muy caliente. No te olvides de echar sales o aceites esenciales. Si quieres espuma, pásate con el gel.

Hoy es el día para  dar utilidad a todos esos ungüentos de belleza, así que déjalo todo bien a mano. Imprescindible, una crema hidratante corporal. Y una mascarilla facial, ¿por qué no?
 
La bañera está ya casi llena. Mientras te quitas la ropa despacio, estírate al máximo y deja salir ese estrés que no te permite el relax. El baño te espera. Seguro que si te paras a pesarlo, el instante que vas a vivir a continuación puede que sea uno de tus placeres favoritos. Así que disfruta sin prisa, al menos hasta que el agua empiece a enfriarse.
 
Y después de esta experiencia, EaD deja el resto a tu imaginación. Quizá cuando salgas de tu relajante baño, te apetezca ponerte todos los potingues que has recopilado, pues hazlo. Quizá sólo necesitas tumbarte en el sofá, pues hazlo. Lo importante es sentirte bien y relajado. Lo olvidabamos, este baño puede ser para dos...
 




 
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