Una cama muy chic para tu mascota... El diseño no tiene por qué ser una barrera a la comodida. Tu perro podrá descansar placidamente sin tener que renunciar a lo más cool.
Viste a tu mascota con ropa de marca... Diseñadores como Roberto Cavalli y Adolfo Dominguez se han lanzado a este prometedor mercado animal.
Perfumes para tu mascota... Petit Amande, así se llama la fragancia que ha creado una importante marca de complementos para mascotas.
EaD magazine
Tener un perro como mascota es algo de lo más habitual. Los hemos visto vestidos de todas las formas y colores, en brazos de sus dueñas como auténticos accesorios.
Sin embargo, hay una mascota que se lleva todos los oscars a la mejor joya viviente. Se trata, nada más y nada menos, de una cucaracha.
El diseñador Jaren Gold tuvo la brillante idea, nunca mejor dicho, de adornar una cucaracha gigante de Madagascar con brillantes aplicados en su cuerpo y una cadena. Este particular bichito se vende en Internet por 80 dólares.
Todo un delirio de este diseñador norteamericano de estilo avant garde y gótico. Y toda una excentricidad muy chic hacerse con uno de estos ejemplares. ¿Te atreves?
Mientras te lo vas pensando y como primer paso de contacto "cucarachil" la recomendación de EaD magazine es sumergirse en el relato de Kafka, La Metamorfosis o verlas bailando en la película El Cuchitril de Joe. Después de esto quizás te decidas por tener una de ellas como mascota.
¿Te has convencido? pues hazte con una. Antes debes saber que la cucaracha gigante deMadagascar es una de las especies mas grandes que existen. Mide unos 9 centímetros y pesa 15 gramos. En cuanto a sus cuidados, este insecto puede vivir en un pequeño terrario y se alimenta de restos orgánicos como materia vegetal muerta.
Quién sabe, quizás hasta le coges cariño y acabas cantandole eso de... "la cucaracha, la cucaracha ya no puede caminar porque no tiene, porque le falta..."
Sin embargo, hay una mascota que se lleva todos los oscars a la mejor joya viviente. Se trata, nada más y nada menos, de una cucaracha. 
